MARZO 2014

DESPEDIDAS DE SOLTER@S

26/3/2014

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Desde hace algunos años, una de las salidas que más hacemos son las despedidas de solteros o de solteras. Son escapadas de un día muy divertidas, con gente con muchas ganas de pasarlo bien. Pero no deja de sorprenderme lo diferentes que somos los hombres y las mujeres en la manera de preparar, disfrutar y pasar un día de estos:

Solteras:

  • Es una sorpresa para la novia; la traen a veces con los ojos vendados hasta que está a bordo.
  • La logística es perfecta: la tortilla de Eva, los aperitivos de Rosa, bebida de todo tipo, café molido, platos y cubiertos de plástico, neveras… no suele faltar ningún detalle.
  • El grupo está completo y enseguida escuchan las explicaciones y las llevan a cabo sin vacilación. Crema solar y a la cubierta.
  • Nos persiguen todos los barcos de la zona como si lleváramos un tesoro a bordo. Ellas suelen dar mil vueltas a todos los que se acercan, y a pesar de decirles que quieren estar tranquilas y llamarles de todo… no dejan de perseguirnos. «¡Chicas!», les digo, «si queréis que nos dejen de perseguir, sería bueno que no sacaráis más el muñeco hinchable».
  • Todas al agua: baño, risas, cerveza, aperitivos. Navegamos a vela y no paran de hablar entre ellas. Fotos.
  • Volvemos a puerto con varios barcos detrás de nosotros. Muchas ganas de repetir.

Solteros:

  • Ha costado mucho ponerse de acuerdo; al novio lo traen a rastras, todavía catatónico de la noche anterior.
  • No falta el ron y la cerveza, pero en lo referente a comida aparecen con 12 pizzas congeladas… en un barco con un horno del tamaño de un microondas. A veces las pizzas se sustituyen por macarrones del día anterior congelados.
  • Falta uno del grupo, tenemos que esperar a ver si aparece.
  • Llega el que faltaba después de una hora. Comienzan las explicaciones, que solo escuchan dos con cara de ver a un marciano.
  • La resaca todavía permanece: frases cortas y alguno tirado por la cubierta.
  • Ven un barco con chicas y el día se convierte en perseguirlas sin ningún éxito y con riesgo de caer al agua varias veces. No hay fotos.
  • Copas, no hay casi comida. Espero que los que no veo estén tumbados en alguna parte, en seco.
  • Volvemos a puerto con muchas ganas de descansar. Hemos disfrutado mucho… pero qué diferente.

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NOCHES NAVEGANDO

20/3/2014

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Me gusta zarpar al atardecer y hacia el oeste. No sé muy bien por qué, pero quizá tener una puesta de sol garantizada es uno de los motivos. Organizar las guardias, la cena, alguna copita si se tercia… y lo demás… hablar, callar, mirar, escuchar, un poco de todo.

Uno de los secretos que trae la noche en el mar es su cielo. Puedes imaginar que, perdido en el mar, sin ninguna luz, aunque sea el mismo cielo que vemos desde cualquier parte, da la impresión de que nunca lo habíamos visto. Otro secreto es el efecto que se produce en algunas ocasiones cuando el plancton sube a la superficie. En contacto con el barco y su estela se enciende; literalmente, se ilumina el mar por donde estamos navegando, dando un aspecto mágico a la navegación. Es una luz fluorescente que parece brillar a nuestro paso, como si estuviéramos por el espacio. A veces, si tienes suerte, ves las dos cosas; a veces, ninguna, pero todas las noches en el mar tienen algo que contarte.

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CÓMO EMPIEZA UN SUEÑO

14/3/2014

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No recuerdo quién escribió que nos podemos enamorar del mar de muchas formas… por un libro, un barco, una foto… pero un día abres los ojos y ya no vuelves a verlo de la misma forma. Recuerdo un día, hace bastantes años, caminando por el puerto deportivo de La Duquesa. Vi mi primer catamarán amarrado y me quedé impresionado. ¿Quién puede ser capaz de gobernar eso?… Qué bonito, es impresionante… Años después, en el 2000, arrancábamos Sea Horizon con nuestro primer catamarán, el Athena 38.

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