Ruta Oeste

RUTA  OESTE

Zarpando desde el Real Club Náutico del Puerto de Santa María, la ruta oeste tiene un sinfín de sitios inolvidables y de paisajes espectaculares. Dependiendo de los días que dispongamos, el patrón recomendará unos puntos u otros para visitar y disfrutar. Normalmente, el punto más lejano en esta ruta es Lagos, en Portugal. Para mí, es una de las marinas más bonitas, con puente levadizo para entrar y un pueblo empedrado con múltiples calles por donde perderse y comer por poco dinero. Uno de los mejores atractivos de Lagos es la zona de calas que se encuentra cerca y que nos permite visitar un lugar idílico donde solo se puede llegar navegando. Desde este punto podemos ir volviendo hacia el este y nos encontramos con Alvor, un pueblo de pescadores con mucha vida turística de estilo inglés. La entrada a este sitio está muy condicionada por las mareas, por lo que no resulta posible fondear en ocasiones. En Alvor no existe marina, por lo que se fondea y se baja con la embarcación auxiliar. Muy próximo a Alvor encontramos Portimão, una gran marina con todos los servicios y muy cómoda por la cantidad de facilidades que permite. Albufeira es el siguiente punto que encontraremos. Dentro de una ensenada, tiene unos puntos muy bonitos para bucear. La entrada a la marina es sorprendente, pues ha sido excavada en la tierra todo el canal de entrada, dando la sensación de pasar dentro de una esclusa. Albufeira es una marina también muy completa con todas las facilidades y servicios, aunque no es del tamaño de Portimão.

Vilamoura es el siguiente punto que encontramos en nuestra ruta, quizá una de las mejores marinas de toda la costa. Tiene una vida muy movida para todos los gustos, con múltiples tiendas, restaurantes y locales de ocio. Pasado Vilamoura, nos encontramos la entrada por una ría a la zona de Faro y el parque nacional de las Islas Formosas. Cayendo a estribor, nos dirigimos hacia Culatra, donde fondear y pasar la noche junto a una villa de pescadores es también algo inolvidable. En este punto hay que desembarcar con la embarcación auxiliar para llegar a un pueblecito muy tranquilo donde saborear el mejor pescado y pasear por sus callecitas de arena. El último punto de Portugal es Vila Real de Santo António, dentro del río Guadiana y enfrente de Ayamonte. En esta villa, además de comer muy bien, es el sitio ideal para hacer compras típicas portuguesas (toallas, sábanas, etc.). A partir de aquí ya volvemos a aguas españolas, con varios sitios muy condicionados por las mareas (Isla Cristina y Punta Umbría) hasta llegar a Mazagón, dentro de la ría de Huelva, por donde Cristóbal Colón partió con rumbo a lo desconocido. Mazagón tiene una calle peatonal por donde pasear y degustar los mejores pescados; también sus playas son espectaculares para fondear y darse un baño. Desde aquí seguimos navegando, viendo el parque nacional de Doñana, hasta encontrar Chipiona, en la desembocadura del Guadalquivir y límite entre Huelva y Cádiz. El faro de Chipiona es el más alto de España y el quinto de Europa; sus orígenes datan del 140 d.C., y es sin duda una de las imágenes más queridas por todos los marinos. Desde este punto cabe la posibilidad de remontar unas millas el río Guadalquivir hasta Sanlúcar de Barrameda, viendo también el Parque Nacional de Doñana en todo su esplendor. Continuando por el Atlántico, nuestro próximo punto, ya en la Bahía de Cádiz, es la Villa de Rota, una villa realmente bonita para pasear y perderse por sus calles de día o de noche, con una marina prácticamente en el centro del pueblo, lo que la hace muy cómoda para visitar.

Esta ruta tiene muchos puntos y sitios de interés. Depende de la tripulación y de las recomendaciones del patrón elegir los idóneos en nuestra travesía.